Fantasma siempre ha estado a caballo entre la catedral y el cabaret, y con su sexto álbum de estudio Skeletáno se limitan a entrar de puntillas en el territorio del glam rock de los 80, sino que caminan hacia él con armaduras de espejos y máquinas de humo. Con sintetizadores, solos resplandecientes y un ambiente que podría resucitar a Ronnie James Dio e invitarlo a una fiesta de disfraces en el infierno, Skeletá es la oferta más extravagante de Ghost hasta la fecha. Pero, ¿es buena?
Bueno, eso depende de cuánto queso puedas soportar con tu sermón.
Un fantasma nuevo, una máscara conocida
Tobias Forge vuelve una vez más bajo el disfraz de Papa Emérito V...pero esta vez, parece que está canalizando más... Styx que Satanás. Mientras que los discos anteriores coqueteaban con el espectro pop-metal (Impera especialmente), Skeletá no coquetea - lo lleva al baile.
Este álbum no intenta ser más pesado que Meliora o más espiritual que Prequelle. Es teatral, irónico e impregnado de melodrama. Y eso está diseñado. Forja describe Skeletá en entrevistas como un "homenaje a la grandilocuencia de finales de los 80", citando Viaje, Iron Maideny Van Halen como guías espirituales - y hombre, se nota.
Ghost se vuelve glamuroso: Sonido y estilo
Atrás quedaron los espeluznantes interludios barrocos y los lodosos riffs doom de sus primeros trabajos. En su lugar, enormes almohadillas de sintetizador, chugga-chugga acordes potentes y estribillos con gancho. Skeletá no sólo luce sus influencias en la manga, sino que las lleva cosidas a sus ropajes rituales.
Hay una sensación de campamento y teatro que golpea con fuerza en temas como "Marcas del Maligno" (uno de los temas favoritos de los fans, con un estribillo ascendente e himno) y "Umbra" (fácilmente uno de los más listo para la radio momentos hasta la fecha). Incluso las baladas, como "Peacefield," gotean melodrama de los 80, con oleadas orquestales de imitación y susurros de coros de sintetizadores.
Puede que Forge esté canturreando sobre la condenación, pero lo hace como si estuviera al frente de Superviviente en un baile satánico.
Pistas destacadas: De los ganchos al hipo
No lo endulcemos... Skeletá es divisivo. Mientras que algunos temas se elevan, otros se hunden en sus propias arenas movedizas teatrales. He aquí el resumen:
- Mejor canción: Marcas del maligno
Riffs que duran días, un estribillo que se eleva y el suficiente arrogancia siniestra. La canción más "Ghost" de este disco y una de las favoritas de los fans. - Subcampeón: Umbra
Una poderosa balada convertida en himno que muestra el lado pop de Ghost sin perder su sabor más oscuro. Los fans también la consideran un éxito en directo. - Dark Horse: Satanizado
Una jam a medio tempo cargada de groove, con una amenaza sigilosa y un gancho inolvidable. Impera's gemelo malvado. - La mayor decepción: Peacefield
A pesar de sus exuberantes arreglos, este tema parece una cara B olvidada de Phil Collins. Más soft-focus que satánico. - Lo más saltable: Cenotafio
Intenta ser emotivo, pero acaba siendo una fantasmagórica música de ascensor. Incluso los más acérrimos se rascan la cabeza.
Letra: Fácil de cantar, difícil de tomar en serio
Una nota constante de los fans: las letras aquí son divertido, pegadizoy a veces escalofríos - y esa podría ser la cuestión. Temas como "Lachryma" y "Excelsis" parecen sacadas de una ópera rock escrita por un Meat Loaf poseído por el demonio. Si eso es un cumplido o una maldición depende de tu tolerancia al camp.
Pero hay que reconocerlo: Forge sabe cómo crear líneas memorablesaunque se desvíen hacia el territorio de los villanos de Scooby-Doo. ¿Y honestamente? Eso es parte del encanto.
El contexto importa: ¿Dónde encaja Skeletá en el catálogo de Ghost?
No es el más oscuro. No es el más pesado. Pero Skeletá puede ser el más cohesivo cuando se trata de unidad estética y sónica. Desde el arte de la portada hasta los parches de sintetizador, todo aquí grita "glam gótico retro".
En comparación con álbumes anteriores:
- Más pesado que Prequelle en su tono de guitarra, pero más ligero en concepto.
- Menos profundo emocionalmente que Meliorapero más diversión y accesible.
- Sigue la trayectoria de Impera y gira el mando hasta el 11 en el dial de glamour.
Conclusión: Divertido, extravagante y lleno de fuego
A Ghost nunca le ha importado mucho quedarse en una caja de género - y Skeletá es la prueba. Este es un álbum que abraza lo camp, canaliza lo oculto a través de una lente glamurosay no escatima en exageraciones. Tiene riffs. Tiene sintetizadores. Tiene momentos que te hacen lanzar los cuernos... y otros que te hacen estremecerte un poco.
Pero así es Ghost: teatral, irónico, un poco ridículo y totalmente consciente de sí mismo.
Veredicto final:
Un exorcismo glam-rock campechano y pegadizo. No es perfecto, pero no necesita serlo. Sólo quiere entretener, y lo consigue.